Ayer noté que Clementina, nuestra gata blanca y negra que también apareció un día en el jardín, no tenía una entrada. Ella no tiene una historia muy particular. Solamente podría decir que es la gata mas tímida que conocí. Se escondía debajo de los muebles y nunca creció en tamaño como un gato adulto. Era muy fotogénica y tampoco será olvidada jamás.
Quiero hacer una mención especial para Gandalf, el gato gris de mis sobrinos. Otro que apareció en nuestro jardín siendo gatito, sospechamos que se escapó de la casa del vecino. A Gandalf se lo ofrecimos a mis sobrinos quienes lo tienen hasta el día de hoy, gigante y hermoso.
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